Nada más llegar a Santo Domingo, todo te resulta familiar, conocido y por
supuesto allí estaba Sor Ángela esperándonos.
Llegar a Barahona es volver
a ver a esos niños que te dan todo su cariño, que se pasan horas y horas jugando con nosotras.
Llegar a Barahona es volver a sentir el calor de la
gente, la música….
Y aunque ha pasado un año desde nuestra primera experiencia en Barahona y han pasado muchas cosas por aquí parece que solo han pasado unos días desde nuestra partida.
Vanesa (voluntaria)
No hay comentarios:
Publicar un comentario