jueves, 22 de julio de 2010
Desde Republica Dominicana. Tu sabes mucho!!!!
martes, 20 de julio de 2010
La descubierta
“Juanito (el sereno), ¿ves a la mujer de la limpieza por las mañanas???” “¿Què? ¿Còmo? ¿Qué si beso a la mujel de la limpieza? Pero como dices eso, yo ya tengo mujel, jejeje.”
Me gusta el lugar donde estoy, me siento muy bien, acogida entre todas estas personas y sobre todo personitas que en seguida tienen un abrazo para ti. Seguramente estas palabras resultan bien conocidas a otros tantos y tantas voluntarios /as que salen este año. Después de 17 días en La Descubierta (República Dominicana), por fin me pongo de verdad a escribir sobre mi experiencia. Aquí estamos las voluntarias Raquel, Cristina y yo un poquito incomunicadas en lo que respecta a internet, por ello escribo en una computadora que hay en la casa para después llevar directamente el texto al único lugar del pueblo donde solo funciona un ordenador cuando hay luz. Me gusta, es una limpieza para mí la que estoy consiguiendo aquí al no estar tan pendiente o más bien, atada a un celular, computadora, televisión, etc. ¡Qué gusto sólo preocuparte de lo realmente importante, de lo realmente interesante, de lo que en verdad se puede aprender!!!
En mi opinión y cómo ya me advirtieron algunos dominicanos/as antes de venir aquí, la gente vive feliz, no ansían como suele ocurrir en los países del norte, aunque también es cierto que yo no estoy en la capital, sino en un pueblito que como característica añadida se encuentra a 10 km de Haití y acoge a muchas personas de este país que se encuentran en situación irregular. Lo que no quiere decir que todos y todas no tengan deseo de mejora y superación.
Pienso en mi vida en Madrid y en mi vida aquí, pienso en la situación de los niños y niñas aquí y comparo con la vida de mi hermano (12 años) allí y me alucino por cómo el hecho de nacer en una parte del mundo u otra determina sobremanera nuestras vidas...
Pasemos a algo más bonito y menos sentimental. Antes de viajar, conseguí gracias a Iñaki, nuestro “profe” de juegos, un paracaídas. Nos ha venido muy bien aquí para hacer un primer intento de integración entre dominicanos y haitianos. Me sorprendió cuando Cristina (voluntaria veterana en La Descubierta) me contó acerca del rechazo que demuestran los primeros hacia los segundos. Esta situación viene de tiempo atrás como hemos podido preguntar a gente de aquí. Por ello se nos ocurrió tratar de hacer al menos una vez a la semana integración. El paracaídas ha sido una buena manera de reunirnos en un gran círculo, darnos abrazos, aprendernos bien nuestros nombres e intentar colar un balón con ayuda de todos y todas en el agujero.
Así mismo, cuento que he podido ver en primer plano las reliquias del padre de esta gran comunidad, Don Bosco, en Barahona, en compañía de Miguel, Luis, María y Vanesa y un cocodrilo americano, existente ya sólo en el lago Enriquillo. Gracias a las hermanas, especialmente a Sor Catalina, pudimos ir a Haití y observar de primera mano lo que anteriormente nos contaban o veíamos en la televisión. Ahora mismo son las 15 30 horas y a las 16 00 haremos un super taller de pulseras y collares con los y las mas grandes del pueblo. Por ello os voy a ir dejando... Creo que a mi retorno, mi vida dará un vuelco impresionante.
Sandra, voluntaria novata.
domingo, 18 de julio de 2010
Mi paso por Haití...
Hola a tod@s!!! Os escribo para contaros mi paso por Haiti. Fuimos, junto con los voluntarios de Barahona, en dos furgonetas con Sor Ángela y Sor Cata. Ya nada más llegar a la frontera tuvimos que esperar un ratito para que comprobasen los pasaportes y nos pusieran el sello de salida del país. Hay cuatro puntos de entrada a Haiti pero, por donde pasan casi todas las ayudas, es por la frontera de Jimani la más cercano a la Descubierta. Nos contaron las hermanas que las primeras semanas después del terremoto se facilitó la entrada de ayuda humanitaria pero ya la situación ha cambiado bastante y se necesitan muchos documentos firmados para poder pasar. Nos contaron que muchas cosas que llegan de ayuda, además de existir los saboteos (por eso hay militares y policías en la zona) los propios Haitianos compran cosas a precios muy bajos para luego cruzar la frontera por las montañas y revenderla más cara a los Dominicanos. Vimos muchos trailer aparcados porque les faltaban papeles. La frontera permanece abierta de 9.00h de la mañana a 18.00h y si llegas más tarde no puedes pasar y tienes que pasar noche al otro lado. A Sor Ángela la pasó una vez y tuvo que esperar hasta las 22.00h para que la dejasen pasar. Una vez que nos dieron paso tuvimos que estar parando en cada control de policía, hay unos cuantos, para negociar con ellos, van buscando dinero. Las hermanas los compraron con unas bolsas de bollos (fundas de pan), es muy fuerte!!!!! Ya pasado todos los controles seguimos el camino hasta la capital, Puerto Príncipe, a una hora y media más o menos de la frontera. La única carretera por la que se puede ir está sin asfaltar con unos socavones impresionantes y muy estrecha. Imaginaros los trailer y camiones pasando por esa carretera, sin comentarios. Por el camino pasamos por pequeñas poblaciones, por llamarlas de alguna manera, con cantidad de gente andando por los márgenes de la carretera cargando en la cabeza con sacos de habichuelas, arroz,….. Las casas de los Haitianos están echas mayoritariamente de yeso o de adobe pero también se ven de ladrillo y, aunque no eran zonas muy afectadas por el terremoto, la gente había levantado una especie de tiendas de campaña con plásticos donde se leían nombres como “Unicef”. Según nos íbamos acercando a la capital la situación empeoró y se veían más tiendas de campaña aglomeradas unas al lado de otras. Pasamos por una ciudad antes de llegar a Puerto Príncipe donde no os podéis imaginar la de gente que podía a ver por todos sitios. En cada rincón había alguien vendiendo cualquier cosa. La poco agua que encuentran en algún río lo embotellan y lo venden. También la pueden conseguir en algo parecido a una bomba de agua, pero vimos muy poquitas, más en la capital. Los campamentos se fueron multiplicando ante nuestros ojos según entrábamos en Puerto Príncipe. Estaban levantados en cualquier sitio, en medio de una plaza, una campo de fútbol, una explanada al lado de la carretera,….La casa presidencial, la catedral y algunas de las iglesias se vinieron a bajo. Pasamos por una zona de calles estrechas donde todo era un caos. Casas medio derruidas, el suelo lleno de basura, muchísima gente andando y vendiendo en la calle hasta los cables de las antenas que se cayeron con el terremoto, coches y motos circulando sin respetar ninguna norma. Al llegar a la capital paramos en dos de las casas que tienen las hermanas. Ambas fueron dañadas por el terremoto. Una de ellas salio más mal parada que otra y están reconstruyendo la escuela que se vino a bajo. Las hermanas tienen una escuela y dos internados. Después del terremoto han acogido a más niñas que se quedaron huérfanas. Les llevamos contenedores de comida para que las hermanas lo suministren. Nos iban a llevar a Torlan, un pueblo cerca de la capital, donde hay 8.000 Haitianos viviendo en tiendas de campañas en un recinto que tienen las hermanas pero Sor Ángela estaba muy nerviosa con el tema de la frontera y no quería que nos retrasásemos por miedo a que nos cerrasen el paso. En las calles hay policías y militares de la N.U. que se encargan de poner orden. Las hermanas nos contaron que hay mucha delincuencia y enfrentamientos entre los propios Haitianos, llamémoslo “ley de supervivencia”. La ayuda de alimentos, supuestamente, sigue llegando pero no se sabe de que forma de está administrando o por lo menos las hermanas lo desconocen. Ellas llevan los asentamientos de los 8.000 Haitianos que están cerca de la capital. No se ve que la situación este mejorando mucho después de 5 meses del terremoto. Todo va muy despacio y se piensa que se están enriqueciendo los más ricos y los pobres son más pobres. Lo bueno, dicen, que algunos Haitianos están trabajando en la construcción de las casas que se derrumbaron. Las casas de los más pudientes y que se les da un dinero. Conocimos a unos militares de Perú que estaban de misión en Haiti y nos contaron que tenían prohibido relacionarse con la población porque se habían dado muchos casos de abuso de mujeres Haitianas que, por un mísero dinero, mantenían relaciones con los militares. También las hermanas nos contaron que antes del terremoto había muchísima gente viviendo en la calle y ahora viven bajo unas supuestas tiendas de campaña y les suministran algo de alimento. El problema está en que ahora viven mejor que antes así que se hace muy difícil echarlos de ahí. Podría seguir contándoos más cosas pero creo que podéis imaginaros más o menos como está la situación. Deciros que si el ver las imágenes por la tele es impactante no podéis imaginar lo duro que es verlo con tus propios ojos. Miseria y más miseria sumida en un completo caos, dejado de la mano de quien saben quien. Parece mentira que habiendo tanta gente enriquecida y con poder se permita que, seres humanos, vivan en el umbral de la miseria. Nadie elige donde nacer. Sólo es el azar el que dictamina si vas a enfrentarte a la vida desde un punto de partida digno o si, por el contrario, vas a tener que luchar desde un nada porque no hay punto de partida. Pensemos positivamente y apostemos por un mundo mejor. BESOS
Raquel Rueda.
miércoles, 14 de julio de 2010
JORNADA EN PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ
MOÇAMBIQUE E MANINGUE NICE!
lunes, 5 de julio de 2010
DESDE BARAHONA, REPÚBLICA DOMINICANA
Cuando hablamos de República Dominicana nos imaginamos playas del Caribe y lugares exóticos como Punta Cana, sin embargo en otros lugares del país, como en el sur, la realidad es totalmente diferente. Calles sin asfaltar, casa hechas de cartón, maderas y chapa, basura por todos los sitios, niños descalzos, casas sin baño, energía eléctrica que dura unas horas al día… esta es la realidad que estamos empezando a vivir en Barahona. A pesar de toda esta pobreza material, nos encontramos con caras sonrientes, niños que te abrazan y besan aunque te acaben de conocer, mujeres que te invitan a sus casas y comparten contigo lo poco que tienen. Junto a todos ellos, también nos encontramos a cuatro hermanas que viven su fe de una manera especial entregándose a los demás y que brindan todo lo que tienen a sus vecinos. Cuatro seres excepcionales que nos han acogido con los brazos abiertos y que nos han hecho formar parte de su pequeña familia.
Nuestro taller de alfabetización de adultos no ha comenzado todavía, ya que hemos estado celebrando la llegada de las reliquias de Don Bosco. Día de fiesta en el pueblo y en especial en la familia salesiana. Acogida de las autoridades, misa en la catedral y fiesta en Cristo Rey, colegio salesiano.
De momento, esto es lo poco que podemos contaros. Tenemos ganas de empezar y de vivir esta gran experiencia dominicana.
Besos
Miguel, Vanesa, María y Luis