jueves, 22 de julio de 2010

Desde Republica Dominicana. Tu sabes mucho!!!!

Hola a todos y as:
Finalmente estoy escribiendo en un formato windows 2000 para poder enviarlo en el momento que hay luz y funcionan los ordenadores y tengo tiempo libre de ir a internet e internet sólo hay que esperar 30 minutos para un ordenador libre (el único que actualmente funciona). Una combinación de factores que, como comprendeis, hace realmente difícil comunicar mi existencia aquí.

Este año no han cambiado tantas cosas, realmente todo sigue prácticamente igual, salvo niños que crecieron y algunas habichuelas que se perdieron por inundaciones. Lo que cambia es mi mirada, mi interpretación acerca de las cosas.

Siento una triste-alegría en mi corazón. Por un lado siento todo el amor que los niños me expresan y me piden en necesidades super-supremas un “chin” de caso(un poco de atención). Fundamentalmente los niños haitianos, que viven con sus hermanitos en una “piececita” (una estancia de 10-20 m2) donde tienen un colchón para 5—7personas y con suerte dos, o duermen sobre cartón o sobre el suelo mismo.

Por otro lado soy consciente de lo difícil que es realmente cambiar esta situación. Los papás o la mamá están solo con niños pequeños. No hallan trabajo. Son los niños los que tienen que hacer “los oficios” de pasar la fregona (“suape”), limpiar, cocinar,lavar ropa y platos, ir a por mangos, ir a por agua, limpiar botas, descargar camiones.... y en algunos casos cuidar bebés de 8 meses... NIÑAS DE 10 AÑOS!!!!!!

Es tan tremendo como nos habituamos rápidamente a otras realidades.....
Este año estoy haciendo pocas fotos y es que realmente a mis ojos ya no le sorprenden tanto como primera vez todas estas realidades.... PERO SON TAN PENOSAS que no acabarían de sorprenderte a cada instante!!! Y tantas y tantas cosas que se pueden hacer a cada momento....
Hay niños desnuditos por la calle y descalzos y SOLOS, andando sobre caminos de piedras, hierros oxidados y cristales o con suerte sobre una de las 3 únicas calles asfaltadas.

Niños que en cuanto tienen la capacidad de andar les sueltan solitos, andando y jugando a la deriva con clavos y piedras, o “jugando a ser mayores” pero cocinando de verdad, preparando y controlando el fuego, las brasas, o cuidando a los hermanitos inventando pañales con ropita sobre ropita. Ropita que compran por un precio simbólico de 10 centimos a veces son chaquetas de lana o jerséis de manga larga con el calor tan intenso... Ropa y cuerpo tan sucio y lleno de heridas y señales, tatuajes naturales que les quedarán de su dura vida desde los 5 añitos.
Niños con su barriguita hinchada de desnutrición solo llenada a base de arroz y guineo, y con suerte un vaso de leche algún día.... Los ojos amarillentos y perdidos y una memoria frágil para aprender, aprender siempre a base de fuertes gritos y golpes.... “niño tu eres odioso”. Es la cultura haitiana, es la necesidad.... dicen que es Dios que pone pruebas....

La educación de estos niños es difícil pues muchos de ellos no pueden ir a la escuela, pues no les dejan los papás tienen que hacer oficios... y cuando les llevan después de la lucha de una Hermana Sor Maria de los Angeles, pues les “votan” por su carácter rebelde y sus constantes llamadas de atención. Hablo de rebeldía cuando en mitad de la supuesta clase se levantan constantemente, me cojen los lápices, las gomas, se tumban en el suelo, van a beber agua y se ponen a bailar, me interrumpen constantemente con preguntas de estar en la inopia .... Niños de 7-12 años....
PERO Y A PESAR DE TODO ESTO............
HAY LUZ AL FINAL DEL TUNEL, lo veo, lo siento, lo percibo.... y LO SÉ. Poquitas cositas cambiaron desde el año pasado, pero siguen luchando y no se rinden, tienen a alguien que les da su apoyo, que tiene las ideas que recuerda constantemente para que no vayan a la deriva. Alguien que realmente CREE Y CONFÍA EN ELLOS Y tiene esa seguridad de que SABEN QUE PUEDEN. Mientras el niño pueda estudiar hay esperanza....
El día a día es duro buscando comida, únicamente pensando en supervivencia, de hecho ellos entienden muy bien la RELATIVIDAD DEL TIEMPO, pues no conocen los días de la semana, los meses, ni siquiera saben cuándo han nacido, cuando es su cumpleaños. Su edad la inventan o algunos papás lo saben o adivinan.

Pero aunque ellos no puedan conocer o planificar el próximo día, mes o año.... HAY FUTURO MIENTRAS HAYA NIÑOS. Niños que siempre tendrán la capacidad de crecer, y con ello aprender, vivir, experimentar, sorprenderse, percibir, jugar, amar y ser amados con alguien que le transmita esa confianza.... CREER EN ELLOS. Y YO CREO EN ELLOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y EN SU CAPACIDAD DE CAMBIO. Cambio generacional sobre el mundo. Eso es lo que hace falta, eso es lo que necesita. Y eso es lo que va a suceder.... Aunque tendré que ampliar mi casa, pues he invitado a todos los que tengan 18 años y se puedan pagar su pasaje a España, jajaja.
Mientras tanto su aparente duro PRESENTE está lleno de sorpresas y emociones inesperadas pues YO APRENDO de ellos a disfrutar tanto del momento, de cómo van sucediendo las cosas, de cómo cada uno puede aportar su propia jugada para que la partida continué hacia uno u otro lado.
Eso es lo que tengo y lo que siempre tendré. Eso es lo que me llena el corazón y me da ilusión y esperanza. MIENTRAS HAYA VIDA HAY LUCHA Y HAY ESPERANZA. Jamás Se rinden. Esos abrazos quebranta espaldas que me pegan, besos y abrazos espontáneos a cada momento, la pelea por agarrar mi mano, las enormes sonrisas por las canciones y los juegos, la capacidad de observar cualquier detalle y hacer juego con un simple árbol. El interés, la escucha, la atención cuando les lees un simple cuento de caperucita antes de acostarse. Darles un beso de buenas noches y saber que mañana te estará esperando la persona que quieres........ Algo tan simple y que les hace tremendamente feliz. Algo que ya han vivido, que tendrán y que siempre les quedará...
Saber que me recordaban, recordaban mis juegos....es saber que me recordarán siempre....

Cristina Gómez Mate (Voluntaria)

martes, 20 de julio de 2010

La descubierta

“Juanito (el sereno), ¿ves a la mujer de la limpieza por las mañanas???” “¿Què? ¿Còmo? ¿Qué si beso a la mujel de la limpieza? Pero como dices eso, yo ya tengo mujel, jejeje.”

Me gusta el lugar donde estoy, me siento muy bien, acogida entre todas estas personas y sobre todo personitas que en seguida tienen un abrazo para ti. Seguramente estas palabras resultan bien conocidas a otros tantos y tantas voluntarios /as que salen este año. Después de 17 días en La Descubierta (República Dominicana), por fin me pongo de verdad a escribir sobre mi experiencia. Aquí estamos las voluntarias Raquel, Cristina y yo un poquito incomunicadas en lo que respecta a internet, por ello escribo en una computadora que hay en la casa para después llevar directamente el texto al único lugar del pueblo donde solo funciona un ordenador cuando hay luz. Me gusta, es una limpieza para mí la que estoy consiguiendo aquí al no estar tan pendiente o más bien, atada a un celular, computadora, televisión, etc. ¡Qué gusto sólo preocuparte de lo realmente importante, de lo realmente interesante, de lo que en verdad se puede aprender!!!

En mi opinión y cómo ya me advirtieron algunos dominicanos/as antes de venir aquí, la gente vive feliz, no ansían como suele ocurrir en los países del norte, aunque también es cierto que yo no estoy en la capital, sino en un pueblito que como característica añadida se encuentra a 10 km de Haití y acoge a muchas personas de este país que se encuentran en situación irregular. Lo que no quiere decir que todos y todas no tengan deseo de mejora y superación.

Pienso en mi vida en Madrid y en mi vida aquí, pienso en la situación de los niños y niñas aquí y comparo con la vida de mi hermano (12 años) allí y me alucino por cómo el hecho de nacer en una parte del mundo u otra determina sobremanera nuestras vidas...

Pasemos a algo más bonito y menos sentimental. Antes de viajar, conseguí gracias a Iñaki, nuestro “profe” de juegos, un paracaídas. Nos ha venido muy bien aquí para hacer un primer intento de integración entre dominicanos y haitianos. Me sorprendió cuando Cristina (voluntaria veterana en La Descubierta) me contó acerca del rechazo que demuestran los primeros hacia los segundos. Esta situación viene de tiempo atrás como hemos podido preguntar a gente de aquí. Por ello se nos ocurrió tratar de hacer al menos una vez a la semana integración. El paracaídas ha sido una buena manera de reunirnos en un gran círculo, darnos abrazos, aprendernos bien nuestros nombres e intentar colar un balón con ayuda de todos y todas en el agujero.

Así mismo, cuento que he podido ver en primer plano las reliquias del padre de esta gran comunidad, Don Bosco, en Barahona, en compañía de Miguel, Luis, María y Vanesa y un cocodrilo americano, existente ya sólo en el lago Enriquillo. Gracias a las hermanas, especialmente a Sor Catalina, pudimos ir a Haití y observar de primera mano lo que anteriormente nos contaban o veíamos en la televisión. Ahora mismo son las 15 30 horas y a las 16 00 haremos un super taller de pulseras y collares con los y las mas grandes del pueblo. Por ello os voy a ir dejando... Creo que a mi retorno, mi vida dará un vuelco impresionante.


Sandra, voluntaria novata.

domingo, 18 de julio de 2010

Mi paso por Haití...

Hola a tod@s!!! Os escribo para contaros mi paso por Haiti. Fuimos, junto con los voluntarios de Barahona, en dos furgonetas con Sor Ángela y Sor Cata. Ya nada más llegar a la frontera tuvimos que esperar un ratito para que comprobasen los pasaportes y nos pusieran el sello de salida del país. Hay cuatro puntos de entrada a Haiti pero, por donde pasan casi todas las ayudas, es por la frontera de Jimani la más cercano a la Descubierta. Nos contaron las hermanas que las primeras semanas después del terremoto se facilitó la entrada de ayuda humanitaria pero ya la situación ha cambiado bastante y se necesitan muchos documentos firmados para poder pasar. Nos contaron que muchas cosas que llegan de ayuda, además de existir los saboteos (por eso hay militares y policías en la zona) los propios Haitianos compran cosas a precios muy bajos para luego cruzar la frontera por las montañas y revenderla más cara a los Dominicanos. Vimos muchos trailer aparcados porque les faltaban papeles. La frontera permanece abierta de 9.00h de la mañana a 18.00h y si llegas más tarde no puedes pasar y tienes que pasar noche al otro lado. A Sor Ángela la pasó una vez y tuvo que esperar hasta las 22.00h para que la dejasen pasar. Una vez que nos dieron paso tuvimos que estar parando en cada control de policía, hay unos cuantos, para negociar con ellos, van buscando dinero. Las hermanas los compraron con unas bolsas de bollos (fundas de pan), es muy fuerte!!!!! Ya pasado todos los controles seguimos el camino hasta la capital, Puerto Príncipe, a una hora y media más o menos de la frontera. La única carretera por la que se puede ir está sin asfaltar con unos socavones impresionantes y muy estrecha. Imaginaros los trailer y camiones pasando por esa carretera, sin comentarios. Por el camino pasamos por pequeñas poblaciones, por llamarlas de alguna manera, con cantidad de gente andando por los márgenes de la carretera cargando en la cabeza con sacos de habichuelas, arroz,….. Las casas de los Haitianos están echas mayoritariamente de yeso o de adobe pero también se ven de ladrillo y, aunque no eran zonas muy afectadas por el terremoto, la gente había levantado una especie de tiendas de campaña con plásticos donde se leían nombres como “Unicef”. Según nos íbamos acercando a la capital la situación empeoró y se veían más tiendas de campaña aglomeradas unas al lado de otras. Pasamos por una ciudad antes de llegar a Puerto Príncipe donde no os podéis imaginar la de gente que podía a ver por todos sitios. En cada rincón había alguien vendiendo cualquier cosa. La poco agua que encuentran en algún río lo embotellan y lo venden. También la pueden conseguir en algo parecido a una bomba de agua, pero vimos muy poquitas, más en la capital. Los campamentos se fueron multiplicando ante nuestros ojos según entrábamos en Puerto Príncipe. Estaban levantados en cualquier sitio, en medio de una plaza, una campo de fútbol, una explanada al lado de la carretera,….La casa presidencial, la catedral y algunas de las iglesias se vinieron a bajo. Pasamos por una zona de calles estrechas donde todo era un caos. Casas medio derruidas, el suelo lleno de basura, muchísima gente andando y vendiendo en la calle hasta los cables de las antenas que se cayeron con el terremoto, coches y motos circulando sin respetar ninguna norma. Al llegar a la capital paramos en dos de las casas que tienen las hermanas. Ambas fueron dañadas por el terremoto. Una de ellas salio más mal parada que otra y están reconstruyendo la escuela que se vino a bajo. Las hermanas tienen una escuela y dos internados. Después del terremoto han acogido a más niñas que se quedaron huérfanas. Les llevamos contenedores de comida para que las hermanas lo suministren. Nos iban a llevar a Torlan, un pueblo cerca de la capital, donde hay 8.000 Haitianos viviendo en tiendas de campañas en un recinto que tienen las hermanas pero Sor Ángela estaba muy nerviosa con el tema de la frontera y no quería que nos retrasásemos por miedo a que nos cerrasen el paso. En las calles hay policías y militares de la N.U. que se encargan de poner orden. Las hermanas nos contaron que hay mucha delincuencia y enfrentamientos entre los propios Haitianos, llamémoslo “ley de supervivencia”. La ayuda de alimentos, supuestamente, sigue llegando pero no se sabe de que forma de está administrando o por lo menos las hermanas lo desconocen. Ellas llevan los asentamientos de los 8.000 Haitianos que están cerca de la capital. No se ve que la situación este mejorando mucho después de 5 meses del terremoto. Todo va muy despacio y se piensa que se están enriqueciendo los más ricos y los pobres son más pobres. Lo bueno, dicen, que algunos Haitianos están trabajando en la construcción de las casas que se derrumbaron. Las casas de los más pudientes y que se les da un dinero. Conocimos a unos militares de Perú que estaban de misión en Haiti y nos contaron que tenían prohibido relacionarse con la población porque se habían dado muchos casos de abuso de mujeres Haitianas que, por un mísero dinero, mantenían relaciones con los militares. También las hermanas nos contaron que antes del terremoto había muchísima gente viviendo en la calle y ahora viven bajo unas supuestas tiendas de campaña y les suministran algo de alimento. El problema está en que ahora viven mejor que antes así que se hace muy difícil echarlos de ahí. Podría seguir contándoos más cosas pero creo que podéis imaginaros más o menos como está la situación. Deciros que si el ver las imágenes por la tele es impactante no podéis imaginar lo duro que es verlo con tus propios ojos. Miseria y más miseria sumida en un completo caos, dejado de la mano de quien saben quien. Parece mentira que habiendo tanta gente enriquecida y con poder se permita que, seres humanos, vivan en el umbral de la miseria. Nadie elige donde nacer. Sólo es el azar el que dictamina si vas a enfrentarte a la vida desde un punto de partida digno o si, por el contrario, vas a tener que luchar desde un nada porque no hay punto de partida. Pensemos positivamente y apostemos por un mundo mejor. BESOS

Raquel Rueda.

miércoles, 14 de julio de 2010

JORNADA EN PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ


A las cinco de la mañana empezaba nuestra jornada. Cafelito, cargar las cosas a la camioneta y a subirnos en la parte trasera. Fuimos a recoger a Manuel y Marcos, dos voluntarios españoles que están en casa de los salesianos. Nos pusimos en camino hasta la Descubierta, donde nos esperaban los otros voluntarios de Madreselva, Raquel, Cristina y Sandra. Al llegar todos nos dirigimos hacia la frontera con Haití. Son muchas las imágenes que hemos visto por televisión, pero nada es comparable a la imagen que tú te puedes hacer al ver este país que está entre los escombros de años de pobreza, y que por mucho que nos cueste creerlo, mucho le queda para salir de esos escombros.

Llegamos a la frontera y ya comenzaba el caos. Guardias armados, personas de inmigración y cientos de personas intentando vender cosas varias, cosas que nadie compra o cosas que han encontrado por el camino. Personas que venden hasta al mismísimo diablo para encontrar unas monedas que les saque de su probreza diaria. Niños que te siguen con la mirada, miran todo lo que llevas por si algo les cae. Cientos de puestos de cosas por vender.

Entregamos los pasaportes, se los llevan y todos les seguimos con
la mirada, nadie se fia del tipo que tiene nuestros pasaportes en la mano. Nos los entregan, nos acercamos hacia la puerta y nos dicen que no podemos pasar. Nos falta un papel dominicano. Minutos de tensión, de conversaciones, hasta que Sor Ángela se acerca al coche, saca una bolsa de pan y se la entrega. Sí. Compramos a los tipos de la frontera con una bolsa de pan.

Arrancamos y comenzamos nuestra jornada haitiana. Lo primero que nos choca es la carretera. La carretera principal del país y esta destrozada, sin asfaltar, es un camino de cabras. Por ahí tuvieron que entrar todos los camiones de ayuda humanitaria. Desde el primer momento te das cuenta de lo que te espera en el país.

Hasta llegar a la capital, Puerto Príncipe, nos encontramos distintos pueblos. Gente por la calle, caminando con la mirada perdida, gente en las guaguas como si fueran animales, no había ni aire para respirar. Personas andando por las cunetas de las carreteras. Puestos de comida, de ropa, de zapatos, de todo. En este país todo se vende. Nos ontaban las hermanas que venden lo que se encuentran o todo lo que les dan. Es su única forma de sacar dinero.

Antes de entrar en Puerto Príncipe ya empezamos a ver campa
mentos de refugiados. Campamentos llenos de tiendas de campaña, cientos, miles de tiendas rodeadas de suciedad y basura. Niños en la calle desnudos, duchándose con una taza de agua. Hombres sacando agua de los pozos, mujeres llevando ese agua con cubos hasta las cercanías de sus tiendas.

Llegamos a la ciudad. Una ciudad destrozada. Escombros por todos los sitios, pocos edificos quedan en pie, los que quedan parecen deshabitados. Tiendas de campaña en los parques, en las rotondas, la ciudad está llena de campamentos. Miles de personas por las calles, miles de puestos. Gente andando, en moto o en coche. Una ciudad abandonada pero llena de vida en la calle.

Pasamos por el palacio presidencia, destrozado. Los edificios siguen igual que hace unos meses. Poco se ha hecho en esta ciudad. Los escombros siguen donde estaban. Una ciudad a la que le queda mucho. Poca ayuda internacional vemos. Una gran besa de Naciones Unidad, pero pocos coches por la ciudad. Algún militar de Naciones Unidas, pero ningún policía. Una ciudad con pena.

Llegamos al colegio de las hermanas, en su día de la gratitud. Vimos las clases en tiendas de campaña y en el patio estabana todos celebrando la fiesta. A pesar de ver esa ciudad como está, aún pudimos ver sonrisas entre los niños. Nos tocaban y nos saludaban. Eramos la sensación, trece blancos entre cientos de negros.

Las hermanas han trabajado mucho por la población, para que todo siga y puedan seguir teniendo su vida.

Al salir de la ciudad todos saliamos impresionados. Puerto Príncipe nos ha sorprendido y nos ha tocado el corazón.

Unos meses después del terremoto, y al salir de país el polvo de la ciudad se había impregnado en nosotros. Salimos llenos de suciedad y de mal olor. Nosotros sólo estuvimos un día, imaginaos la gente que vive allí. Todavía hoy hay personas desaparecidas entre los escombros. Una ciudad que tienen que cambiar de sitio, tienen que buscar una zona del país para crear la capital. Tienen que sacar los escombros y empezar una nueva vida. No saben cuando.

Estamos en época de ciclones, gracias a Dios que todavía no han llegado. Qué será de esa gente que vive en tiendas de campaña, cuando el viento y la lluvia les haga una visita...

LUIS FERNÁNDEZ (10 de julio 2010)

MOÇAMBIQUE E MANINGUE NICE!


Mi experiencia como Voluntaria en Gestión de Proyectos durante seis meses en Moçambique ha sido una toda una experiencia de vida, intercambiar experiencias y conocimientos con los mozambiqueñ@s, conocer de primera mano su día a día y sus costumbres, conocer su cultura y aprender de ella, convivir con gente maravillosa que ahora sé que siempre llevare en un rinconcito de mi corazón….y como es habitual escuchar por allí y resumido en cuatro palabras “Moçambique e Maningue nice”.

Respecto a mi trabajo como voluntaria de gestión de proyectos, he aprendido muchísimo, es un trabajo dinámico, tratando de superar las dificultades del contexto y siempre abierto a las necesidades que vayan surgiendo para llevar a cabo la identificación, seguimiento y justificación de todos los proyectos repartidos por todo el país. Es un trabajo muy gratificante ya que día a día eres más consciente que a través de los proyectos se están haciendo muchas cosas que están mejorando la calidad de vida de los habitantes de Moçambique, y claro tu estas participando en ello, pero también sé que todavía queda mucho por hacer, por ello hay que seguir trabajando duro.

Laura Moyano

lunes, 5 de julio de 2010

DESDE BARAHONA, REPÚBLICA DOMINICANA

Cuando hablamos de República Dominicana nos imaginamos playas del Caribe y lugares exóticos como Punta Cana, sin embargo en otros lugares del país, como en el sur, la realidad es totalmente diferente. Calles sin asfaltar, casa hechas de cartón, maderas y chapa, basura por todos los sitios, niños descalzos, casas sin baño, energía eléctrica que dura unas horas al día… esta es la realidad que estamos empezando a vivir en Barahona. A pesar de toda esta pobreza material, nos encontramos con caras sonrientes, niños que te abrazan y besan aunque te acaben de conocer, mujeres que te invitan a sus casas y comparten contigo lo poco que tienen. Junto a todos ellos, también nos encontramos a cuatro hermanas que viven su fe de una manera especial entregándose a los demás y que brindan todo lo que tienen a sus vecinos. Cuatro seres excepcionales que nos han acogido con los brazos abiertos y que nos han hecho formar parte de su pequeña familia.

Nuestro taller de alfabetización de adultos no ha comenzado todavía, ya que hemos estado celebrando la llegada de las reliquias de Don Bosco. Día de fiesta en el pueblo y en especial en la familia salesiana. Acogida de las autoridades, misa en la catedral y fiesta en Cristo Rey, colegio salesiano.

De momento, esto es lo poco que podemos contaros. Tenemos ganas de empezar y de vivir esta gran experiencia dominicana.

Besos

Miguel, Vanesa, María y Luis