domingo, 18 de abril de 2010

Ser voluntaria...

El querer ser voluntaria es algo que siempre me había rondado por la cabeza, pero que nunca me había planteado seriamente, ni había encontrado el momento para ello, hasta que Antonio me fue descubriendo este mundo (y otros muchos). Yo quedé fascinada con sus experiencias y ese sentimiento dormido en mi interior empezó a despertar. Pero no es suficiente con que te lo cuenten, hay que querer hacerlo y para ello hay que librarse de miedos y prejuicios y tener ganas de ayudar y mucha motivación.

En todo este tiempo que llevo haciendo la formación he aprendido muchas cosas que me ayudaran,o eso espero, en la realización de mi campo de trabajo y en mi vida del día a día, he descubierto una nueva forma de ver la vida, pero lo que más me ha impresionado y más me ha motivado y emocionado... es que en los voluntarios siempre muestran una actitud positiva, nunca tienen malos rollos, una luz especial en la mirada y siempre tienen una sonrisa que mostrar.

Dicen que el voluntariado se hace de forma altruista y solidaria, sin esperar nada a cambio. Yo de momento ya he recibido mucho con las experiencias vividas, los conocimientos adquiridos, la formación recibida y el haberos conocido a todos y cada uno de vosotros. Gracias a todos por vuestro compañerismo y amistad, a Cristina por tu sabiduría y ejemplo y a ti "vida" por ayudarme y acompañarme en mis inicios y primeros pasos por el mundo del voluntariado.

Ahora os dejo con una frase para reflexionar:

"Cada uno puede ser grande, porque cada persona puede servir. No hace falta tener un diploma de la Universidad para servir... Sólo hace falta tener un corazón lleno de tolerancia. Y un alma generada por el amor..." Martín Luther King

Cruz Cano. Voluntaria del 2010

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