lunes, 1 de agosto de 2011

Entrevista a Sor Catalina. Directora de la Descubierta (R. Dominicana)

1. Presentación de la hermana

Sor Catalina Ortega Núñez, Hija de María Auxiliadora (FMA), 36 años de vida religiosa, de los cuales 8 vividos en La Descubierta, 2 en los años 1997-1999 y 6 desde el 2005 a 2011. Mi campo de trabajo generalmente ha sido como responsable de escuela y animadora de Comunidad.

2. ¿Por qué es importante el voluntariado?

Es una oportunidad para que el/la voluntario/a desarrolle su capacidad de darse desinteresadamente, conozca otras realidades de nuestro mundo y experimente cóm se puede vivir sin tantos recursos/medios materiales. Esto les ayuda a valorar lo que tienen, les hace sensibles y solidarios/as y contribuye a darle un nuevo sentido a su vida.

Nuestros/as destinatarios/as se enriquecen con su presencia, pues su donación, creatividad y sus conocimientos los ponen a su servicio, favoreciendo su crecimiento humano, social y académico.

3. 3. ¿Qué aportan a la misión?

Su profesionalidad, originalidad, servicio generoso, recursos económicos destinados con fines didácticos y sobre todo su propia persona.

4. ¿Cuántos/as voluntarios recibe?

Hasta el momento, los/las voluntarios/as que hemos recibido en La Descubierta han sido de Madreselva, a excepción de dos voluntarias que vinieron por Vides Internacional desde Argentina. Regularmente recibimos dos voluntarios/as en el mes de julio, aunque en los dos últimos años han sido tres.

5 5. Recuerdo de experiencias como responsable de la misión de voluntariado.

Primera experiencia:

Yendo por una de las calles barriales, encontramos un niño de aproximadamente cinco años, todo desfigurado, como un “animalito”, desnudo, sucio, de sus labios salía baba. Una de las voluntarias se bajó del vehículo, se acercó al niño, lo tomó en sus brazos, lo acarició, lo besó, sintió la necesidad de buscar un poco de agua par bañarlo, la buscó y por espacio de media hora se quedó con el niño, brindándole todo el amor posible; de ahí nació la idea de buscarle un lugar donde pudiera vivir con dignidad. Una hermana gestionó estos pasos y gracias a Dios, se logró.

Segunda experiencia:

Aquí en La Descubierta vive una familia cuyos hijos, al llegar a cierta edad, van perdiendo movilidad corporal hasta el punto de dejar de valerse por sí mismos. Sus padres tienen deficiencia mental. Varias de las voluntarias les han visitado y han hecho todo lo posible por hacerles sentir bien: desde fisioterapia hasta salidas por el pueblo a disfrutar de la música, de los baños en Las Barías (piscinas de agua natural), hechos que por sí solos ya no pueden realizar como el resto de los jóvenes del pueblo y que esperan con mucho entusiasmo cada vez que van a su casa.

Estas dos experiencias, por contar dos hechos significativos, pero, en realidad, reconocemos que, aunque tal vez, los/las jóvenes voluntarios/as en general no expresan con sus labios su fe en Dios, lo saben reconocer en los más débiles, los más pobres y necesitados y esto Dios de lo pagará.

Aprovecho para agradecer de corazón el servicio amoroso que han prestado los/las siguientes voluntarios/as durante el período 2007-2011, Dios les pague con creces:

Elena Juárez

Antonio Filoso

Juan Heredero

Elena Fernández

Cristina Gómez

Irene García

Raquel Rueda

Sandra Sanz

Ana Salas

Gabriela Andrés

Les quiero a todos/as.

Sor Catalina Ortega

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