lunes, 24 de octubre de 2011

¿FRÍO O CALOR?

Llevábamos mucho tiempo pidiendo que llegara, de verdad, el otoño, y aquí lo tenemos. Hoy hizo un día de esos de viento, de hojas secas volando y de frío, como para quedarse en casa, bien arropada y, por primera vez en meses, encender la calefacción (o, al menos, pensar en hacerlo).

Mirando toda esta estampa desde la ventana, mis pensamientos, como las hojas, volaron, aunque mucho más lejos, hasta Mozambique (y van…). Recordé un frío día de mayo en Maputo, donde amanecimos a unos 6 grados centígrados y yo me quejaba, en el desayuno, del frío que, poco preparada para esas temperaturas, se me metía por todo el cuerpo. En una de esas típicas conversaciones intrascendentes sobre las preferencias meteorológicas, di mi opinión al respecto:

- Yo, entre calor y frío, me quedo con el frío.

La directora de la comunidad que me acogía opinaba lo contrario:

- Yo me quedo con el calor. El calor, lo sufrimos todos por igual, pobres y ricos. Sin embargo, el frío, para la gente que vive en la calle y sin recursos, es insoportable.

Desde entonces, prefiero el calor y deseo con todas mis fuerzas que llegue el día en que el que todos, en cualquier pueblo o ciudad, podamos disfrutar de los días de frío…

arropados…

bajo un techo…

con paredes y ventanas con cristales desde los que contemplar la calle

…al calor de un hogar…

Ese día, ha de llegar.


Miriam Piqueras. Voluntaria de Madreselva

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