Escribo desde Zway, Etiopia, en la biblioteca del Mary
Help College, un centro de formacion y recientemente universitario que fundaron
y llevan las hermanas salesianas que se encuentran en esta comunidad.
Es una ayuda quizas ligeramente distinta a la que
normalmente desarrollen los voluntarios de Madreselva, dado que por regla
general diariamente mi actividad se desarrolla con chavales de 16 años como
minimo. Pero creo que es tambien una ayuda muy gratificante dado que en su
educacion me creo contribuyente en al menos un pequeño grano de arena a mejorar
su futuro.
Aun asi lo mas increible son los fines de semana, en el
oratorio, cuando veo a todas las niñas pequeñas, sin dinero siquiera para poder
comprar mas ropa que unos ajados harapos, sonreir como si se encontraran en
Disneylandia. Una cuerda, algo de imaginacion y muchas ganas es lo ubnico que
necesitan para tirarse horas y horas gritando riendo y jugando. La forma en que
te aprietan la mano, haciendote saber que simplemente ese contacto es
importante. Es curioso porque me doy cuenta de que seguramente en media hora
veo mas sonrisas en sus caras de las que veria en cinco horas en un niño
delante de una videoconsola.
No tiene precio. La felicidad del que menos tiene, la
sonrisa del que menos motivos tiene para sonreir, simplemente no tiene precio.
Manu. Voluntario 2012
Que bonito Manu !!!! Sin palabras la verdad!! Te mando un fuerte abrazo desde Madrid(aún) jeje con muchas ganitas de marchar a Honduras... Un besazo!!!! Patry
ResponderEliminar