Las pocas noticias e
imágenes que llegan a España sobre Etiopía hacen referencia a hambrunas,
conflictos, miserias, y, como mucho a algún gran atleta. Sin embargo, Etiopía
es mucho más que eso, es un país de
grandes contrastes, por la gran variedad de paisajes que ofrece su geografía de
Norte a Sur, por la enorme riqueza histórica y cultural, y por lo diferente que
es la gente, en sus rasgos y en su carácter, del resto de los países del África
Subsahariana. El año pasado tuve la oportunidad de viajar allí a visitar en pocos
días algunas de las muchas misiones que las Hermanas Salesianas tienen en el
país. Mi viaje terminó en Dilla, una zona verde, frondosa y montañosa a 360 km al sur
de la capital, Addis Abeba, donde se encuentra el centro de Salud Don Bosco,
que las Hermanas gestionan desde el año 1986. Los servicios que se prestan allí
desde entonces son: medicina general, atención pre-natal y postparto,
laboratorio, inmunización, vacunación, etc, siempre a cargo de personal local
especializado. Más 22.000 personas son atendidas anualmente, unas 85 personas
cada día. Una de las actividades más importantes del centro es el Programa
Nutricional, donde, entre otras actividades, se da atención sanitaria
semanal a más de 100 bebés de 0
a 2 años y para los cuales se entregan leche y galletas
nutritivas. Las tasas de mortalidad infantil que se registran en la zona de
Dilla son más elevadas que las que corresponden a la media nacional de Etiopía,
que ya son de por sí muy altas (127/1.000 para niños de menos de un año y 174/1.000
para niños de menos de 5 años). Una de las principales causas de muerte son las
altas tasas de desnutrición aguda, crónica, y el estado de vulnerabilidad que
presentan los niños y niñas, lo cual se ve empeorado por la falta de un acceso
adecuado s servicios de salud y educación preventiva para adoptar estilos de
vida saludables.
Es muy importante
también el seguimiento que reciben las madres durante el embarazo, así como la
formación en cuidados para los recién nacidos y los primeros meses de vida.
Hasta este año no era posible atender partos en el centro, pero recientemente
se ha convertido la sala de espera en una sala de partos, por lo que ahora las
madres ya pueden acudir allí a dar a luz en condiciones de higiene y con
personal cualificado, lo cual contribuirá a disminuir la mortalidad tanto de
las madres como de sus hijos.
El hecho de que la
situación de estos países y otros de la zona esté tan olvidada en los medios de
comunicación, y el momento de mezcla de oportunidades y retos que allí se
viven, hacen que tener la oportunidad de adentrarse en ellos, viviendo la
dureza y austeridad del caluroso día a día, acompañada de personas que han
dedicado su vida a éstos, tenga una “magia” especial que deja huella y anima a
seguir trabajando cada día por tratar de apoyar las necesidades de sus
poblaciones y a luchar para que se conozca su realidad y para que la escasa
ayuda internacional que recibe se mantenga y aumente, en vez de desaparecer con
la excusa de “nuestra crisis”, que hace que se olviden y endurezcan las
verdaderas crisis a las que se enfrentan cada día millones de personas, en
Etiopía y en todo el mundo.
Acabamos de iniciar un microproyecto de crowdfunding para la Clínica de Dilla. El crowdfunding es la cooperación colectiva, a través de
muchas pequeñas aportaciones conseguimos lograr acciones significativas. Lo
importante es que colaboremos muchos. Mas información en el siguiente enlace: http://colaboramas.org/ o http://www.madreselvaongd.net/
Beatriz Tavera (Técnico de proyectos África)
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