Mis últimas semanas en India son…llenas de
sentimientos, pensamientos, análisis... Pienso en cuando escribí “Mis primeras semanas en India” y parece
hace una eternidad a la vez que me parece que pasó sólo hace un par de semanas,
una sensación extraña de concepción del tiempo. Todas aquellas cosas que veía
con ojos de principiante ahora son parte de mí día a día; comer con las manos,
chicas vestidas con saris de chillones colores, ese sabor picante en la comida,
monos por las calles, olor a jazmín de las flores de las chicas en el cabello…
Hablar de INDIA, para mí, es muy difícil.
Puedo hablar de los lugares en los que he estado, pero no de todo un país con
28 estados en su interior cada uno con distintas realidades y dificultades.
Así, puedo hablar de cuando estuve en Kanakakunnu, un pequeño pueblo en una
zona de montaña en el estado de Kerala donde apenas hay población joven, ni
contacto con las nuevas tecnologías, ni acceso al agua, donde el cielo es azul,
respiras naturaleza y no hay basura por las calles. Me trae recuerdos de un
lugar tranquilo, donde podía pasear por el campo y visitar a las familias que
me invitaban a sus hogares a comer un poco de arroz con curry. Era como estar
en la España de nuestros abuelos, en la que la gente trabaja en el campo y
lleva una vida tranquila, con algunas tradiciones algo conservadoras y otras
que no deberían perderse, vida de pueblo, al fin y al cabo. Pienso en
Puthiyathura, un pequeño pueblo pesquero, en el que la playa está llena de
basura y urracas, hay muchísimas población (tanto joven como anciana), donde
por las tardes los chicos (y las guiris como yo), que no las chicas, pueden
jugar al volleyball en la playa, donde a dos pasos tienes lugares llenos de
turistas bañándose en el mar, donde disfrute del sol, la playa, el mar, la
gente y la entrada a un nuevo año.
Luego pienso en donde me encuentro ahora,
Chennai, una gran ciudad, capital de estado de Tamil Nadu, con un tráfico loco,
contaminación, nuevas tecnologías por todos los lados, ruido en las calles,
gente que sabe hablar inglés y que tiene el tiempo muy ocupado en trabajar y
otras cosas… ¡Nada que ver! Eso sí, cada lugar tiene su aquél y te enseña algo nuevo de este gran país con pequeños países
en su interior.
Este país, que tanto me ha enseñado, está en un
momento de plena transición, o así es como lo veo yo, en el que en las grandes
ciudades empiezan a tomar conciencia de la igualdad de derechos entre mujeres y
hombres, en el que quieren una educación primaria para todos y todas, etc. Aunque
luego la realidad y el día a día es muy diferente según el lugar en el que
vivas, si eres mujer u hombre, la casta a la que pertenezcas o la religión a
las que seas devoto/a. En el caso de que vivas en un pueblo, no tendrás apenas
acceso al agua, los problemas de sequía, por los menos en el sur de Tamil Nadu,
estarán a la orden del día, donde los problemas de abuso sexual a niñas y
mujeres siguen sucediendo quedando impunes los agresores, donde los hospitales a
los que puedes acudir se encuentran a varios kilómetros y están abarrotados de
gente sin suficiente personal para atender, donde en los colegios a los que
llevar a tus hijos no tienen suficientes profesores para enseñar de forma
adecuada a leer y a escribir a los 40 niños y niñas que tienen por clase
(número impuesto por el gobierno) porque la realidad es que suele haber más…Y
sin encima eres de una casta más baja (o los llamados dalits, los sin casta) y
mujer ¡Apaga y vámonos! Seguramente estudiarás hasta los 15 años o así, durante
tú proceso educativo serás menospreciada por algunos de tus compañeros y no
tendrás apenas tiempo para estudiar porque tienes que encargarte de las tareas
del hogar y de cuidar a tus hermanos pequeños. Cuando te acerques a los 15, en
el caso de los pueblos, a los 23, en el caso de las ciudades, tus padres
empezarán a buscar un buen marido para ti. Tú tendrás algo de libertad de
elección, aunque bastante limitada, y finalmente una vez que todo esté
arreglado en 2 o 3 meses en algunos casos, en 8 o 12 en otros, estarás casada
con una persona a la que apenas conoces y con la que pasarás el resto de tu
vida, esto si no te abandona…En el caso de que vivas en ciudad y pertenezcas a
una casta media, tus derechos serán algo mejores, podrás estudiar hasta
secundaria y trabajar en un call center, un supermercado, en una oficina como
administrativa…Pero para ellas, es su realidad, no conocen otra y viven
situaciones que para nosotras, personas con otra tipo de mirada, no las
podríamos tolerar y, que en muchas ocasiones, no son tolerables, por lo menos
desde mi mirada.
Perdón, que desvarío, como decía, mis últimos
días en India me hacen pensar y analizar las cosas que he visto, las cosas que
voy a dejar, las cosas que he aprendido y que puedo llevar a España, los amigos
y amigas que dejo atrás pero a los que tendré cerca gracias a las nuevas
tecnologías en algunos casos y a los que tendré que escribir cartas como hacía
cuando era niña en otros, todos los sentimientos que he tenido (varios y muy
diversos), todo lo que una vez fue algo nuevo y que luego se ha hecho parte de
mi vida, todos los contrastes que he visto, aprovechar los últimos momentos con
cada persona, con cada lugar, con cada sentimiento…
Mis últimas semanas en India son… ¡indescriptibles!
Lucia Lopez
Me ha encantado leerte. Me has transportado a cada uno de esos rincones con tus palabras, por un momento estaba oliendo a curry y a jazmín.
ResponderEliminarHas crecido como persona, seguro, piensa en todo lo bueno que te traes, y compártelo con nosotras porque estamos ansiosas de verte y tocarte.
un beso grande