- Vecinos de Los Olivos y sus seis barrios de invasión reclaman asistencia y un Centro de Salud.
- Aseguran que el Oratorio Don Bosco ha cambiado la vidas del barrio.
- Historias de barrios de Cúcuta (Colombia)
Ana Cely Vargas, de 25 años llegó
a Sabana Verde, uno de los seis barrios de invasión adjuntos a Los Olivos, hace cuatro años .Vino con su hijo
Víctor Manuel, que padece parálisis
cerebral. Vivían en el municipio de Tamé , en el departamento de Arauca. La
violencia arrasaba a diario la zona. Un día la guerrilla los “invitó” a
marcharse.
Ahora es una de 20. 000 personas,
la mayoría desplazadas por la violencia
que viven en el sector. Todas ellas en
grave situación de vulnerabilidad. Desde hace dos años Ana Cely y su familia
acuden , periódicamente, al Oratorio don Bosco de los Hermanos Salesianos,
donde realizan distintos cursos de formación y donde, asegura, ha encontrado
una nueva familia.”
“UN DIA ME DIJERON “NECESITAMOS QUE SE PIERDAN DE ACÁ”
“Vivía con mi esposo en el municipio de Tamé. Allí nació mi hijo Víctor
Manuel, que ahora tiene 8 años. Dí a luz con una partera, que nos cobró 40.000
pesos. No podía pagar los 400.000 pesos que me pedían en el hospital. Nos
dijeron que le faltó oxígeno al nacer. Pero, no creo que si hubiéramos podido
ir al hospital su situación hubiese sido diferente. “, dice Ana Cely en su casa de Sabana Verde.
“Alli estábamos en una finca de plátano, yuca y maíz. También vivía con
nosotros, Kevin, un muchacho huérfano que acogió mi esposo. Un día que caminaba
por el campo, sufrió un accidente por una mina antipersonas y le tuvieron que
amputar las dos manos. Mi marido se vino con él al hospital de Cúcuta. Mientras
tanto los enfrentamientos entre los distintos grupos guerrilleros eran cada día
más violentos. Lo destrozaban todo, terminaban con el ganado, con todo…Habían
matado a varias personas. Yo estaba sóla con Víctor, Manuel y un día, ya me
dijeron: necesitamos que se pierda de acá”.
Eso fue el 11 de Enero de
2008. Ana Cely, agarró a su hijo y con solo una ollita se vino para Cúcuta. Lo
dejó todo atrás.
Los primeros tiempos fueron muy difíciles. A Víctor
Manuel le diagnosticaron parálisis cerebral, pero no recibía terapia de ningún
tipo. Kevín acaba de salir del hospital y había perdido las dos manos. No
tenían donde quedarse.
“Durante unos meses recibimos una ayuda de la Cruz Roja, pero si
salimos adelante fué por la ayuda de los amigos. Después de un tiempo, mi
marido encontró un trabajo en la construcción y pudimos tener alguna plata”.
Como desplazados, Ana Cely,
recibe una ayuda para toda la familia de 640.000 pesos dos veces al año.
“Al principio eran 915.000,
pero ha ido disminuyendo” nos dice.
Con dificultad, también ha ido consiguiendo
terapias para Víctor.
“Todo es muy complicado. Hay muchas dificultades. Desde el 2008 le
llevaba al Centro Rehabilitación del Hospital. El desplazamiento era complicado
y, costoso. Y no vimos mejora. Tuve que
dejar de llevarlo porque no tenía con que pagar la buseta.”
Después consiguió que le
dieran para terapias domiciliarias, pero, de nuevo un parón, porque le proporcionaron
una silla de ruedas y le quitaron la
rehabilitación.
Desde hace tres meses, de
nuevo, ha logrado tener terapia domiciliaria-
“Veo resultados. Es verdad que está más sueltecito. Y en lenguaje y ocupacional
ha avanzado. Pero no ha recuperado el equilibrio y no se sujeta. Eso me
preocupa mucho”.
Victor Manuel asiente a lo que
dice su madre. Poco a poco ha conseguido emitir sonidos, y mueve la mano
izquierda con destreza. Ahora acude, semanalmente a un curso de Pintura en el
Oratorio don Bosco. Hoy ha dibujado un precioso paisaje en acuarela.
“Para nosotros el Oratorio don Bosco de los Hermanos Salesianos es muy
importante. Yo acudo a todos los cursos que puedo.- cuenta Ana Cely-. Ahora estoy en el Pedicura y Manicura, que nos
cuesta solo 29.000 pesos y en el de Pintura, que es gratis. Los jueves, tenemos una reunión de
todos los discapacitados del barrio que quieran acudir. Nos apoyan mucho. David
Umaña, el coordinador del Oratorio ha obtenido ayudas para que le compremos una
cama a Víctor y pueda descansar. Nos ayudan si tenemos que hacer alguna gestión
ó tramitación. Siempre sabemos que podemos acudir allí. Es un lugar abierto que
recibe a todo el mundo”.
“EL ORATORIO DON BOSCO HA CAMBIADO LA VIDA DEL BARRIO”
En el sector, unas 1.500 personas sufren algún tipo de discapacidad.
Son adultos, jóvenes y niños. No
tienen ningún lugar cercano donde poder
recibir rehabilitación. Por eso en el Oratorio, se ofrecen sesiones gratuitas
para las personas más necesitadas.
Kevin también acude periódicamente a las
reuniones de los jueves del Grupo de Discapacitados.
Cuando sólo tenía 13 años,
allá en Arauca, sufrió su primer accidente que le causó graves daños en una
pierna.
“Había muchos combates entre el Ejército y la guerrilla. Lanzaron un
mortero y me partió la pierna”.-dice. Ahora tiene un implante de platino y
anda con dificultad. Pero, cuatro años después vino lo peor.
“Estaba trabajando y me aparte un momento del camino. Me tope con una
mina antipersonas”.
Después de tres meses en el hospital salió con
las dos manos amputadas. A sus 22 años se defiende con gran destreza. Todo lo
ha aprendido él solo.
Se matricula en todos los
cursos que puede. Ahora acude al de Pintura en el Oratorio. Recientemente hizo
uno de Sistemas.
“Me gustaría hacer un curso de Diseño Gráfico, pero me piden el
Bachiller y no lo tengo. Tampoco tengo
ningún subsidio. Antes me dijeron que no lo podía pedir porque era de Arauca,
y¿ si somos desplazados como lo íbamos a pedir?.Aquí solo dan indemnización al
Ejército, la Polícia o a sus familiares. Para los ricos sí hay. Los pobres
siempre pierden. Acá en Colombia es así”, dice con tristeza.
Ahora con ayuda de un abogado
está intentado tramitar una ayuda.
“. Yo me manejo perfectamente y puedo trabajar. –nos dice .Pero, nadie me da un empleo. Estamos
abandonados. Por eso valoramos tanto al Oratorio. Su labor es muy buena. Ha cambiado
la vida del barrio. Con su presencia
todo es muy diferente”.
Ana Cely, que también tiene una niña de 17 meses, dice que lo que más desea es una educación
para su niño.
“A él lo mandan a centros
especiales, pero yo quiero que el vaya a un centro normal. No me dicen que no,
pero me ponen tantas pegas que no es
posible. Desearía que enviaran profesores especializados al barrio para que le
den educación, que mi niño es muy entendido”
Otro deseo,que es una verdadera necesidad ,es que hubiera un centro de Salud en el barrio.
“Sería maravilloso –dice Ana C ely-Estamos abandonados por las autoridades en todos los sentidos. Los
vecinos hacen lo que pueden. Si que hay que ayudar a arreglar las calles, se
hace.. Pero la salud es lo más importante..Lo necesitamos con urgencia. El día
a día se nos hace muy difícil”
Carmen Corredor. Voluntaria 2012
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